Viñedos en Inglaterra y Olivos en Alemania
¿Cabe imaginar que en cincuenta años podamos poder tener vinos DOG de Dinamarca, aceite de oliva del Valle del Danubio o mangos y papayas de Galicia? La idea no es descabellada si se cumplen las hipótesis científicas que contemplan un ascenso progresivo de la temperatura de entre 1 y 4 º en todo el planeta a lo largo del siglo XXI. Lo cierto es que todos los modelos manejados por la Comunidad Científica Internacional corroboran una alta posibilidad de que a mediados del siglo XXI lo "normal" sea lo que hasta el siglo XX era lo "excepcional". Veranos del Milenio como el del 2003, mareas que sumergen Venecia u olas de calor e incendios forestales como los del 2002 en Siberia o Alaska podrían pasar a ser algo frecuente y con lo que se debería convivir anualmente. Las consecuencias socioeconómicas son de una magnitud tal hasta el punto que se requeriría una nueva "adaptación al medio" del hombre y la naturaleza sin parangón desde, al menos, el fin del último p...